viernes, 23 de diciembre de 2011

APRENDAN A SER PADRES (231211-1027)

Me da tanta rabia y siento tanta impotencia al ver a los niños de mi barrio sucios y descuidados. Y no entiendo cómo hay mujeres que traen al mundo a niños para tenerlos de esa manera, ser pobre no significa que uno puede andar dando pena, detesto ver todo esto, detesto ver tanta ignorancia. Es tan bonito cuando una mujer se dedica a su hogar, a sus hijos. Cuando no anda chismoseando con las vecinas sobre sus problemas personales y los de los otros. Qué bonito sería si la mujer que decide tener un hijo y un hogar se dedicase más a aprender a ser mujer y no sólo traer hijos al mundo solo para atrapar a un hombre y aparentemente (para ella) creer que ya se salvó de las obligaciones y responsabilidades de cualquier ser humano.

Yo vivo en un lugar descampado, es una casa que heredó mi madre por parte de sus abuelos, y que hoy nosotros ocupamos. En este lugar hay gente que solo tiene la secundaria completa y muchos que ni estudiaron una primaria, la mayoría son personas del campo. Claro que eso no es malo, incluso es admirable como han progresado algunos. El espanto mío es ver a algunas chicas de mi edad, incluso menores, que tienen hijos. Niños que veo a veces andando sin zapatos y con la cara sucia. Eso me llena de cólera. Pues no entiendo porque esas madres pueden permitir eso, porque si traes un niño al mundo POR AMOR no creo que al crecer éste lo tengas descuidado y deambulando por la calle como un niño abandonado, sin padres. Cualquiera que ve a un niño así, pensaría eso. Todo esto se puede entender si ese niño fuera traído al mundo solo por un CAPRICHO, por una idea estúpida de atrapar a un hombre o tener esa ilusión idiota de jugar a la casita.

Muchas de estas cosas se evitarían si las mujeres se prepararán más, si no se conformarán con lo poco que ven a su alrededor. Al parecer a estas mujeres la vida fácil es lo único que les interesa. Tener un marido que les de dinero, sin importarles que en algunos casos éstos abusen de sus derechos de marido y las maltraten, no sólo físicamente sino también psicológicamente. Porque el hombre es y siempre será machista, y es peor aún cuando creen tener el poder sobre tu persona, sobre tus derechos de ser humano.

Nadie puede tratarte como si fueses un traste sucio, nadie puede joder tu existencia porque se crea con el derecho de hacerlo. Nadie puede menospreciarte, nadie puede ultrajarte, nadie puede creer que tú eres de su pertenencia, porque todos somos únicos e independientes. Por eso como me gustaría que las mujeres que conozco supieran hacerse respetar, como me gustaría que no se dejen maltratar por un patán que se cree con el derecho de decirte y hacerte lo que se le pegue la gana. Mujeres así permiten en silencio cosas que si no lo hicieran el mundo cambiaría un poco, los hogares sufrirían menos.

Es justamente por defectos familiares como éste que las familias de ahora son disfuncionales, y cada vez se ven más delincuentes, más prostitutas, más niños en las calles, más violaciones, cosas que se podrían evitar si todos respetáramos al prójimo.  

Ojalá que este mundo cambie algún día y ya no vea (al menos en mi barrio) niños sucios y descuidados, que sus madres sean MUJERES DE VERDAD, porque ser mujer no es traer hijos al mundo para tenerlos así, porque como dije antes, ser pobre no significa ir dando pena por la calle. Conozco muchas familias humildes que siempre están con la cara limpia y es por los consejos que sus padres les inculcan.

Aprendan a ser padres y madres, aprendan a querer a sus hijos; a no solo llenar la casa de niños para luego ni acordarse de ellos. 

ANDREA FURIUR

viernes, 2 de diciembre de 2011

TO MY MOM (21211-1818)

Quizás nunca entiendas cuanto te amo, y que las cosas que hago, las hago por ti. Quizás nunca comprendas como me siento cada vez que discutimos, y que nos quedamos en silencio. Quizás no lo entiendas nunca, o no sé si tenga que decirte lo que siento, pero a veces creo que tú ya sabes que me duele, y es que no hay persona en el mundo que me conozca tanto como tú.

Me siento mal cada vez que te digo lo que pienso, pues nunca pensamos igual, siempre discutimos por eso. Sé que soy distinta, que nunca doy mi brazo a torcer, que siempre quiero tener la razón, que levanto a veces la voz. Sé que tú eres igual, que me haces renegar demasiado, que nunca me das la razón, que siempre estás dudando de lo que digo y eso me enoja mucho.

Pero te amo, y te amo como nunca amaré a nadie, eres la persona más importante de mi vida y te necesito todo el tiempo, así parezca lo contrario, no sé qué haría sin ti. Perdóname si te hago daño, perdóname si te hago llorar, yo también sufro y también me lamento cuando me encierro en mi cuarto. Tú no me ves, y yo tampoco a ti, pero sé que estamos mal.

Ojalá algún día pueda decirte todas estas cosas, y nunca te separes de mí para siempre. Quiero darte todo lo que te mereces, quiero verte feliz siempre. Eres el amor de mi vida, nadie como tú para enseñarme cuánto vale el amor, nadie como tú para enseñarme a vivir agradecida de la vida. Eres mi madre querida, la mejor mujer del mundo y te amo, no lo olvides nunca. 


ANDREA FURIUR

martes, 29 de noviembre de 2011

TÚ DECIDES (291111-1320)

"Del dicho al hecho, hay mucho trecho”... A veces es tan fácil comprometernos a realizar cosas que no vamos a cumplir, no sé si sea algo natural o un impulso para salir de situaciones comprometedoras, tal vez sean ambas cosas. Pero lo es cierto es que para algunas personas esto puede parecer muy divertido, para otras no tanto. Es desolador encontrarnos frente a casos como este con personas de las que esperamos mucho. Siempre poniendo nuestras esperanzas en la persona equivocada, y dejarnos llevar por una promesa que nunca se cumplirá, que solo se hizo para salir del momento y ya. Entiendo que a veces tenemos la necesidad de salir de una situación comprometedora, además, a quién no le ha pasado, pero no olvidemos ser sinceros, por qué prometer cosas que luego no vamos a poder cumplir, para qué jugar con las esperanzas de los demás, con sus sentimientos, por qué decepcionar a los demás, de qué sirve quedar como incumplidos simplemente porque esto de “zafarnos” de situaciones (por decirlo de alguna manera) se vuelve casi un habito en nosotros y empezamos una cadena sin final. 

No puedo excluirme de esto, yo también he sido incumplida, también le he fallado a personas especiales, quizás por un impulso involuntario, quizás simplemente porque no sabía cómo salir de esa situación, pero casi siempre y al menos en mi caso, siento mucha culpa, y no puedo dejar de pensar en eso. A veces, trato de remendar mi error y trato de cumplir lo que antes no pude o no quise cumplir. Aunque claro, que depende de qué tipo de cosas sean. No siempre podemos tratar de arreglar algo que no tiene porque ser arreglado. 

Mi consejo final, es que no debemos jugar con las esperanzas que tienen los demás en nosotros, no debemos pensar que los demás están a nuestra disposición cada vez que queramos y que podemos hacer de ellos receptores de nuestros malos hábitos y que si alguna vez nos hacen lo mismo, no lo toleremos y juzguemos aquello. Nosotros no somos Dios, no podemos juzgar a los demás por como son o por lo que hacen. Cada persona es individual, es una historia distinta a la tuya. Siempre viviremos historias distintas porque cada uno tiene un destino distinto, y cada quien debe aprender de sus errores, para eso Dios te da los padres que tienes, la ciudad en la que vives, los amigos “bueno o malos” que conviven contigo, etc, etc. Dios nunca se equivoca al trazar tu camino, todo ya estaba preparado. Quizás, los que giran a tu alrededor no comprendan las cosas por las que pasaste antes de llegar a sus vidas, quizás nunca entiendan que tu vida no es la vida de ellos, que jamás vivirás como ellos quieren que vivas, que a ti te tocó una historia distinta a la suya, que tuviste un origen distinto, un pesar quizás más pesado que el suyo, que nadie es perfecto pero que Dios te dio ese guión para que tú lo actúes de la manera como creas, que si te equivocas y tienes que volver a actuar la misma escena lo harás pero en cada intento vas a ir aprendiendo algo nuevo, y que no eres más que un ser humano como cualquiera que tiene que aprender de sus errores, que también sientes, y que tal vez el mundo juzga pero que si no saben lo que sientes es mejor no hacerles entender nada. 

Debemos seguir mirando hacia adelante, viviendo las historias que siempre nos harán mejores personas, porque siempre he creído que de los errores se aprende, y que cada personas que pasa por tu vida no es por pura casualidad, sino porque Dios los envió para enseñarte algo, debemos mirar de esta manera la vida y dejar de creer en los cuentos de hadas. Y debemos también, dejar de comprometernos con cosas que jamás podremos cumplir. Aprender de los errores y decidir cuando es el momento de cambiar. 

ANDREA FURIUR

jueves, 17 de noviembre de 2011

ESTÉ DONDE ESTÉ (171111-1912)

Muchas veces he deseado salir de aquí, alejarme de esta realidad que detesto. Pero a veces, me pongo a pensar si eso es realmente lo que quiero para mí, si es eso lo que necesita mi vida para sentirse aliviada. He tenido siempre lo que he querido, aunque sea a medias y siempre lo he dejado ir, siempre he perdido grandes oportunidades por ser tal vez un poco indecisa o por no saber lo que quería. Pero últimamente estoy creyendo que mi vida no necesariamente debe estar lejos de esta realidad, tal vez estoy creándome barreras y excusas para no seguir adelante con mis metas. Si al fin y al cabo, uno puede auto-realizarse esté donde esté, solo necesitan las ganas y la valentía de tomar esa decisión que a muchos nos cuesta tomar. Yo sé que para llegar hasta donde quiero, me costará un poco de trabajo, sé que no será fácil y es cierto que puedo fracasar, pero ya he perdido tanto, y el tiempo sigue corriendo, que temo hacerme viejita y nunca  haber realizado nada que valga la pena.  

Por ejemplo, hace unos meses hubiese dado todo por irme a vivir a Ica. Regresar a mi vida de universitaria, que fue una buenísima etapa en mi vida. Conocí mucha gente y viví momentos maravillosos hasta el último de mis días en esa ciudad. Pero mientras experimentaba todo eso, no supe que estaba llegando mi hora final, lo bueno no dura para siempre o tal vez no dura porque a veces no sabemos valorarlo (cuidarlo). En fin, como sea, ya pasó y lo pasado en el pasado queda, hay que vivir hacia adelante, mirar hacia el futuro. 

Llegó el momento en el que tengo que pensar solo en mi, y empezar a vivir sin recuerdos, sin nada que me haga retroceder, estoy segura que esté donde esté, yo tengo el potencial suficiente para lograr lo que quiero y lo que necesito en mi vida. Ya he pasado por muchas cosas malas, y también es cierto que nunca supe valorar lo bueno, pero lo rescatable de todo esto es que puedo darme cuenta de mis errores, y soy consciente de mis actos. Así que no le seguiré echando más la culpa al lugar en donde me encuentro ahora, o a la rutina que me sigue días tras día. Empezaré a levantarme como solo  lo hacen los grandes y comenzaré a limpiarme de las malas energías, soy consciente de que solo yo puedo cambiar mi vida. 

Vida, sorpréndeme... 
ANDREA FURIUR

miércoles, 26 de octubre de 2011

NO QUIERO QUE AMANEZCA (261011/2312)

Mañana es un día que no quiero que llegue, no quiero recibir esos abrazos que casi nunca me dan, ni las atenciones que me hacen falta casi siempre y que sólo porque es mi cumpleaños me han de regalar; no quiero recibir llamadas de personas que casi nunca veo, o de las que veo y que justo el día de mi cumpleaños no estarán conmigo.

No quiero que amanezca, no quiero celebrar un día más de vida, no quiero vivir otra rutina aburrida, no quiero aparentar que estoy contenta porque en el fondo quiero reventar de cólera, no quiero despertar y ver que todo sigue igual y que lo único diferente es que me hago más vieja y que me estoy ahogando por dentro.

Mañana es un día que ya he vivido 24 años atrás, y no recuerdo ningún cumpleaños feliz, nunca he recibido lo que he deseado, ni he realizado lo que he querido. Casi siempre uno organiza fiestas a los demás, pero nadie te la organiza a ti, y eso siempre me ha pasado, por eso detesto toda esta farsa de las personas que dicen quererme.

No quiero que me digan que sea feliz sólo porque es mi cumpleaños, no quiero recibir nada, no quiero porque ya he pedido mucho y nunca me han oído. No es justo que sólo porque es mi cumpleaños me den lo que siempre les he pedido. Es mejor dormir hasta un día después y despertar como si fuese un día más, un día que no sea para mí. 


ANDREA FURIUR

domingo, 14 de agosto de 2011

LO QUE HARÍA EN MI SOLEDAD (14811-2337)

Me pongo a pensar y creo, no, estoy segura, que yo sería feliz sólo con mi guitarra y un lugar donde pueda componer a solas, para escribir sin apuros; una radio, no importa si es pequeña; una cama muy cómoda y un sofá para recostarme a leer; muchas cosas con que abrigarme en invierno y persianas para cubrir las ventanas, porque acostumbro a andar desnuda por la casa en verano.
Creo que sería feliz si tuviera un lugar exclusivamente para mí, en donde pueda alzar mi voz, caminar desnuda, congelar ideas en mi computador o en algún papel que encuentre por allí esperándome, listo para sentir el toque de mis manos.
Extrañaría a mis seres queridos, lo sé, y en ese silencio quizás me sienta abandonada, pero volvería de vez en cuando a verlos, siempre volvería, porque yo no sé vivir sin ustedes (familia).
Por las noches comería manzana, o fumaría un cigarrillo si tuviera ganas, pero sólo uno, tal vez porque a veces eso me ayuda a imaginar historias. Si tuviera un televisor vería caricaturas, o alguna película del género dramático; las películas de terror serían desterradas de mi colección porque soy muy miedosa y por eso evito ver películas de este género a solas, casi siempre tengo pesadillas y luego me sicoseo.
Si la noche estuviera tensa oiría canciones de amor, y pensaría tal vez en mi último amor, reiría con los recuerdos alegres y lloraría con los recuerdos tristes. Meditaría y seguramente (como hago siempre), hablaría con su recuerdo y esta vez sí diría las cosas correctamente, sin olvidarme nada, y aunque eso ya no tenga sentido, me sentiría bien al hacerlo, serían señales de que he madurado y que los miedos me han abandonado.
Para dormir colocaría alguna canción en la radio y esperaría que el sueño me transporte hacia otro mundo; en los sueños soy más valiente y en los sueños todo es posible. Si estuviese demasiado cansada no oiría nada, sólo cerraría los ojos porque el sueño llegaría rápido.
Ahora que lo pienso, no estaría demás tener una mascota, tal vez un pequeño perrito, que me alegre cuando me vea llegar con las compras de la semana o también para que me acompañe en las tardes de paseo.
Sé que viviría feliz en mi soledad, y aunque no es una soledad de esas en las que te privas de todo y de todos, es una soledad para sentirme libre nada más, en mi mundo. Porque lo que busco y lo que deseo es tener un lugar que sea para mí, en donde pueda ser yo, y en donde (con las cosas que me gustan) ser feliz a mi manera.
A veces pienso, que el mundo en el que vivo está tan contaminado, tan lleno de sentimientos negativos, nocivos para mi inspiración, trato de ser indiferente pero nunca lo consigo al 100%.
No sé si nací para ser así, sólo sé que siempre quise ser diferente, quizás por eso nunca encajé en ningún lado. Mucha gente no entiende mi manera de pensar y no los quiero obligar, pero yo no veo la vida como los demás. Para mí el dinero es necesario pero no me parece primordial, para mí lo que vale es el amor, y es el amor el que me ha hecho ver las cosas de esta manera y tal vez por eso me siento bien así como estoy pensando, me siento libre y nada ni nadie hasta el día de hoy había logrado hacerme sentir de esta manera.  
ANDREA FURIUR

viernes, 12 de agosto de 2011

EL SECRETO DEL ÉXITO (12811-1447)

En un día en donde todo te ha salido mal, es fácil decir que la vida es una mierda (lo sé por experiencia propia); pero la verdad es que, si respiramos hondamente y miramos las cosas con otra perspectiva, nada puede ser tan fatídico como parece. Todo está en la manera en como dejamos que las “circunstancias malas” manejen nuestra vida, y hasta donde nosotros, podemos dejarlas avanzar en su astuta tarea de desmotivarnos y a la vez destruirnos moralmente.
Sé que es fácil tirar la toalla, y derrumbarnos en la cama sin querer ver a nadie, porque en un momento de cólera podemos herir a quien se nos acerque (y también lo sé por experiencia propia); pero también sé, que cuando estamos enojados con nosotros mismos, por los errores que cometemos involuntariamente, las cosas siguen saliéndonos mal, y vamos tejiendo sin querer queriendo, un abrigo a nuestra mediocridad y eso no ayuda en nada.
Debemos entender que todo sentimiento negativo que vayamos acumulando en nosotros, cuando menos lo esperemos terminará por aplastarnos, si es que ya no lo hizo. Pero lo bueno de saber todo esto, es que nunca es tarde para empezar a frenar toda esa energía negativa y cambiar.
El sentirnos mal no va a ser solucionado por nadie, excepto por nosotros mismos. Nosotros tenemos la llave para abrir todas las puertas que sentimos que nos aprisionan. En nosotros está el poder de combatir a nuestros miedos, sólo en nosotros. Nadie como tú puede saber tan bien como te sientes. Entonces, no pidamos ayuda a los demás, cuando nosotros mismos podemos ayudarnos.
En la vida hay sólo dos caminos: uno en el que vivimos para el fracaso y otro en el que vivimos para el éxito. Y todos podemos llegar a ser exitosos, siempre y cuando sepamos qué es lo que queremos de esta vida y para eso, debemos conocernos interiormente, saber cuáles son nuestras debilidades, nuestros temores, nuestras alegrías y sobre todo nuestros sueños. Una vez que conozcamos todo esto, podemos empezar a vivir tranquilos, pues ya habrás encontrado el secreto hacia tu éxito.
Por eso es mejor no dejarnos atrapar por esas ideas mediocres de abandono y necedad. Si queremos que las cosas salgan bien, debemos pensar bien. Si nuestro carácter es fuerte, hagamos “Hígado” por un momento, pero no dejemos que eso nos cambie la manera de pensar y vivir. La vida no es tan difícil como muchos dicen. Todas esas frases conformistas las inventaron los fracasados, ésos que nunca intentaron cambiarse por temor a quien sabe qué cosas. Puras excusas. Empieza ahora, empieza ya, no seas igual a los demás.
ANDREA FURIUR

viernes, 5 de agosto de 2011

EL SOL INSPIRA (5811-1525)

Despertar y ver el sol en la ventana me indica que el día tendrá cosas divertidas. El sol aunque no me guste me inspira. Por ejemplo en un día con sol, puedo irme a la playa con mis amigos y reírme hasta más no poder, o puedo salir a la casa de la enferma a oír música o tocar la batería, también podemos dar algunas vueltas en el centro de Pisco buscando alguna cosa (no se qué), deambular a veces es muy divertido si es con amigos.
En un día con sol podemos sentir la brisa cálida e inspirarnos a viajar, jugar, cantar, bailar, no sé, cualquier cosa que en un día gris y opaco no se puede hacer. Incluso algunas veces me dan ganas de lavar mi ropa (algo que siempre, con sol o con lluvia he detestado), la magia del sol puede hacerme querer lavar mi ropa y cambiarme para ir de shopping (esto si me gusta).
Cuando estoy inspirada me salen mejores canciones y me vuelvo una parlanchina; les hablo a todos de lo que quiero hacer, les cuento lo que me pasó ayer o hace unas semanas atrás. Mi  hermana “la pollo” siempre tiene que soportar mi buen humor y dejarme cantar alguna canción mientras ella miras sus telenovelas en la televisión. El buen humor es bueno, anima a los demás y también a ti.
Debería existir un onceavo mandamiento en la biblia y obligar a todos los seres humanos a tener buen humor porque el buen humor inspira y la inspiración nos hace dueños del mundo. Si todos fuésemos por la vida con una frase motivadora, inspirada por nuestro buen humor, la gente viviría contenta, y la gente contenta es feliz, y si es feliz el mundo entero seria distinto.
ANDREA FURIUR

lunes, 13 de junio de 2011

RUTINA ANTES DE UNA LLAMADA (12611-156)

Cuando aquí es de día, allá es de noche y viceversa. Por eso cuando sueño, tú ya estas despierto, haciendo tus cosas pendientes, bebiendo una taza de café tibio y untando mermelada en tus tostadas. Lees el diario, revisas tu correo, coges las llaves y sales al trabajo. En el camino, piensas si estás haciendo lo correcto respecto a nosotros, no quieres equivocarte, ya es suficiente con tantos intentos fallidos, ya no necesitas más. De pronto, en un semáforo miras pasar a una niña con su madre, y un profundo sentimiento de nostalgia circula en tu ambiente, te sientes arrepentido, quieres seguir manejando, pero ese sentimiento no te deja avanzar, parece que una fuerza extraña tomó tus manos impidiéndote que prosigas tu camino. Quieres ayudarnos, necesitas hacerlo, al menos debes intentarlo. Es lo que sientes, lo que deseas... 

Llegas al trabajo y todo es lo mismo de siempre. Nada ha cambiado desde que tuviste esa sensación extraña de sentirte padre por primera vez. Sólo sientes esa emoción de querer llamarnos, de conversar con nosotros. Quieres intentarlo, no puede ser tan difícil, después de todo siempre hay una manera de caer bien y tú eres experto en eso. Coges el celular y lo piensas mil veces antes de marcar aquellos dígitos que pueden cambiarle el sabor a tu vida, crees que ya es hora de correr el riesgo y que todo saldrá bien. En el primer "Aló", contesta tu hija mayor, la que siempre tiene algo bueno que decirte, ésa que se esfuerza por caerte bien y envanecerte.

¿Qué tal, cómo has estado? - Es lo que siempre se dice al iniciar una conversación. Los nervios de ambos estallan interiormente y cada uno por su lado intenta controlarse para no parecer inseguro ante esa situación tan extraña. Pues es difícil hacer una llamada después de tanto tiempo, sobre todo a una persona con la que casi nunca te comunicas. Cuesta mucho decir lo que sentimos incluso si esa persona es tu hija o tu padre. Al pasar los minutos, la conversación comienza a fluir sin problemas, te vas sintiendo mejor, un poco más relajado y seguro. Al cortar la llamada, miras los minutos que transcurrieron y eran más de los que pudiste haber imaginado. Parece que la conversación sí fue lo que esperabas, después de todo, la situación no fue tan dramática.

A veces tenemos miedo de enfrentarnos ante situaciones como ésta. Dejamos para mañana lo que podemos hacer hoy y muchas veces por esa razón perdemos cosas y momentos importantes, momentos que tal vez necesitamos para llegar a ser un mejor ser humano o para llenar espacios vacios de nuestra vida. Creo que siempre habrá alguien que esté esperando aunque sea una llamada tuya, o un mensaje en su bandeja de Hotmail. Por eso cuando sentimos esos sentimientos de angustia o nostalgia, es porque hay alguien que tal vez esté necesitando de nosotros y debemos acudir a ese llamado, sin importar lo que haya acontecido en sus vidas pasadas, porque lo único que debe primar en ti, es el sentimiento que tienes o tuviste por esas personas que ya no están en tu vida.

Gracias por llamar y gracias por pensar en nosotros de vez en cuando.

ANDREA FURIUR

jueves, 28 de abril de 2011

MI FAMILIA (27411-1832)

Esta vida cada día que pasa me sorprende más. Es como si me pusiera pruebas difíciles de pasar y cuando lo logro me premia con una respuesta. Me deja boca abierta.

Yo soy una persona muy sencilla. Que le gustan las cosas sencillas. Que agradece los detalles hechos con el corazón. Que sueña con encontrar el verdadero amor y que vive los momentos como si fueran únicos e irrepetibles. Me mezclo con personas muy distintas a mí. Soy la mejor amiga de algunos y nunca la enemiga de alguien. Siempre con perfil bajo y muy distraída. Amo el sonido de una guitarra acústica (si está bien afinada) y las melodías que se hacen con los pianos. Me gusta el olor de la mañana y el calor de las noches. Siempre escucho a los ancianos porque sé que me dirán algo que no sé y que me servirá en el futuro. Puedo parecer rebelde o una “hippie” (como algunos dicen), pero puedo ser todo lo contrario a lo que los demás creen de mí.

Tengo una familia maravillosa. Los mejores hermanos del mundo. Los padres perfectos. Ahora una sobrina a la que amo con sólo verla y si pienso en ella también. La familia está creciendo; ahora tengo una cuñada muy buena, pero con un gran carácter. No se lo puedo reprochar, pues yo soy igual, y creo que no está mal ser así. Es bueno hacerse respetar.

Mi madre es la cabeza de la casa. No hay nada que podamos hacer sin pensar en ella. Todo lo que deseamos es para beneficio de ella, porque en serio se lo merece. Admiro su generosidad. Amo su paciencia, ya que yo carezco de esa maravillosa cualidad. Mi mamá me conoce como nadie, aunque le falten algunos secretos que he guardado en mi interior. Cosas que no se pueden decir. Cosas que ni a mis amigos les he dicho.

Cuando pienso en mis hermanos, me siento muy orgullosa. Son tan responsables. Tan buenos hijos. Yo soy la oveja negra de la familia. La extraña. La que quizás no combina con los demás, pero que aman y cuidan. Los admiro mucho. Los amo. Son mis compañeros fieles. Mi hermano mayor es el mejor hombre del mundo. De niña no lo entendía y hacia malcriadeces pero él siempre me ayudaba y me protegía, como si fuese mi propio papá. Desde niñas y hasta ahora nos saluda con un beso y nos hace cariño como si fuésemos niñas, y ya tiene 30 años. Yo soy su “chochera” y sólo puedo desear lo mejor para él porque en realidad se lo merece.

Mi hermana la “Pollo”, es mi mejor amiga aunque desde que tuvo enamorado me dejó de lado. Siempre me acompaña en mis peores momentos porque sabe de mis debilidades. Somos muy poco expresivas pero eso se desvanece cuando estamos en problemas y nos dan pesadillas. Siempre me socorre y me da mis “requintones” si me porto mal. Es muy ahorrativa; tanto que ya se pasa. Siempre está buscando que comprarse zapatos. Tiene todo el cuarto desordenado por sus zapatos. La quiero mucho porque siempre aprovecha lo que tiene. No desperdicia las oportunidades que le da la vida y si le falta un empuje, yo siempre se lo trato de dar. Nos apoyamos mucho a pesar de ser tan distintas.

Por ultimo mi hermano “El Macurio”, quizás piense que no lo quiero, pero no es así. Siempre estoy peleándome con él porque tal vez no entiendo su forma de ser, que trato de arreglar todo con un gritón o palabras muy duras. La verdad que, desde niños mis otros hermanos y yo lo hemos cuidado mucho. Siempre lo cuidábamos y sólo quisiera un poquito más de gratitud. Ojala algún día lo entienda. Sé que lo hará, pues yo a su edad también era una “ovejilla descarriada” y al final me curé y ahora me dedico a escribir cosas buenas a las personas que amo.

La familia es un complemento. Nada puedo hacer sin pensar en ellos. Son muy importantes en mi vida a pesar de las peleas o de los problemas que puedan surgir, de las diferencias o la distancia. Desde niña vivía soñando con que mi papá llegase en alguno de los aviones que pasaban por la casa de mi abuela. Esperaba y esperaba y él nunca llegó. Vivía triste por eso. Por no tener papá como los demás. Pero gracias a Dios por habernos hecho caer en un lugar donde estaríamos en casa (Pisco).

Ahora las cosas han cambiado. Mi padre y yo nos estamos haciendo muy amigos por el teléfono. Somos una especie de “cómplices”. Él me cuenta sus dudas y yo las mías, y se nos está haciendo más fácil entendernos. En mi corazón no existe el rencor. Y jamás podría existir ese horrible sentimiento para alguien de mi familia, sea cuales sean los motivos. Mi padre y yo somos muy parecidos y eso me enorgullece, me gusta parecerme a él, porque es una persona triunfadora a pesar de las decisiones que haya tomado en su vida. Siento que he sacado la actitud de mi papá y los sentimientos de mi mamá. Todo eso hace una buena mezcla porque los dos son geniales.


ANDREA FURIUR

lunes, 18 de abril de 2011

NUESTRO MUNDO PUEDE SER PERFECTO (18411-1623)

Cierra tus ojos e imagina, mira alrededor y escoge tu lugar, levanta tus manos y toca el aire, dibuja una silueta y tómala de las manos, aceleren el tiempo y deténganlo cuando crean que es preciso. Griten, hablen despacio (si lo desean), mírense a los ojos, crean que todo es posible y háganlo, hagan que todo sea posible, porque ese mundo imaginario es suyo y de nadie más y ustedes son los únicos que pueden mover las piezas que lo conforman y pueden arriesgar a ganar y ganaran, porque en el mundo real la gente no arriesga, la gente vive con miedos, la gente se limita. Aquí en su mundo, ustedes pueden armar siluetas semejantes y crear un mundo distinto, y todo puede ser posible.

Corran, griten que lo lograran, sea emprendedores, anímense a ganar, que la vida es una sola y deben aprovechar. Usen ese poder de cerrar los ojos e imaginar la perfección, que la perfección no es mala si la hacemos realidad. No oigan a los seres comunes que viven atemorizados con la perfección, que sienten que no pueden y que dejan pasar sus oportunidades, oigan en su interior ese bichito que los hace ser extraños, que tal vez la gente común no entiende. Porque ser distintos no es un pecado, ser distinto es ser especial, es pertenecer a un pequeño porcentaje de personas que logran hacer el cambio, por algo dicen que es mejor calidad que cantidad, ¿no?, entonces, nosotros “los extraños”, somos calidad, no cantidad, recuérdenlo siempre.

Cuando tengas miedo de seguir adelante, cuando creas que el mundo es más grande que tú, tal vez sea porque oíste a las personas equivocadas y te dejaste llevar por su pesimismo; entonces es en esos momentos en donde debes ser más fuerte e inteligente y mirar a tu alrededor y comparar, si ese tipo de personas son mejores que tú y si han logrado algo extraordinario en la vida, si no es así, es que no vale la pena seguir oyéndolos y necesitas creer en ti y en tus potenciales. Mira en tu interior, cierra los ojos e imagina todo lo que puedes lograr si te lo propones, es increíble todas las cosas que pueden estar esperando por ti en este momento; en la vida el que no arriesga no gana. Vamos atreve, dibuja las siluetas que te acompañaran en ese camino, trázate metas y hazlas realidad, no te dejes llevar por el camino de la gente que no hace nada importante, tú puedes ser un ser superior si te lo propones, anímate, haz que tu mundo imaginario se haga realidad.

ANDREA FURIUR

lunes, 11 de abril de 2011

EL TIEMPO NO CURA LAS HERIDAS (11411-1555)

Hoy escribo sobre el tiempo. Sobre esa frase tan sonada “El tiempo cura las heridas”, frase muy usada hasta por los adolescentes que están recién entendiendo los problemas de los adultos y que les cuesta aún diferenciar algún tipo de cosas como el amor, el dolor, la vida, el tiempo, etc… Para mí el tiempo no cura las heridas como algunos dicen, el tiempo las profundiza; ahonda más en el dolor, madura nuestros sentimientos de rencor, nos hace ser quienes nunca fuimos y nos hace caminar distinto en una vida inestable y confusa que poco a poco nos vamos acostumbrando a vivir. El único remedio semejante con el tiempo es el olvido; olvidar por unos días, por unos años, por una hora inclusive; pero sin oír del pasado, sino, vuelve a salir a flote todo lo que sentías, todo lo que ocultabas, aunque ya no con la misma intensidad ni tristeza pero aún sigue doliendo, aún se recuerda, aún atormenta.

He llegado a la conclusión de que el tiempo no hace más que hacernos olvidar por instantes malos momentos, malas experiencias, pero no cura del todo. Si el tiempo fuera remedio a nuestras penas, entonces estaríamos muchos de nosotros sanos, existiría el perdón, ya no habrían por ahí familias o amigos peleados, todos haríamos una ronda de la amistad y felices viviríamos. Pero todo esto es tan incierto, nada de lo que uno se imagina cuando está dormido sucede en la vida real. Yo cuando sueño puedo hacer que el mundo que no tengo sea mío, puedo amar a quien no puedo amar, y puedo hacer lo que no puedo hacer, pero esto no sucede cuando despierto. Entonces es cuando tengo que aceptar mi realidad y sentir que la vida por más fácil que parezca a veces, hace que guarde sentimientos escondidos, historias tristes que pensé que el tiempo me haría olvidar pero cada vez me decepciono más, pues no es así. De pronto aparecen esas imágenes, esos recuerdos tristes que tapaba bajo mil sonrisas, bajo mil canciones, bajo mil aventuras que vivía con temor, pero que me hacían libre por momentos.

Uno no puede elegir su camino cuando sale del vientre de su madre. No llegamos al mundo dispuestos a seguir una pauta, un guion escrito por nuestros padres para que nos vaya bien en la vida, porque claro, ése es el plan, pero no se hace realidad. Venimos al mundo a vivir cosas que no estaban escritas ni pensadas por nuestros padres; luchamos con un monstruo llamado “destino” y sufrimos para llegar a la felicidad (si es que existe). Jugamos en una cuerda floja desde niños hasta viejos, porque es parte de nuestra vida, caernos o seguir en pie; si caemos, podemos seguir tirados en el piso y dejar que la gente nos pisotee cuando quiera, o podemos elegir seguir parados y luchar contra todo lo que se nos venga encima y avanzar hacia algo mejor; pero todo eso depende de cada uno; hacer que tu destino sea diferente, no depende de lo que los demás hagan por ti, sino de lo que tú quieres para ti.

Si digo que el tiempo no sana, no limpia lo que ensucia tu alma, es porque lo he vivido, lo he sentido y estoy segura que hay miles de personas como yo en el mundo; personas que han ocultado heridas, pasados tristes y que no desean volver a recordar, pero que lamentablemente viven el día a día con ese estigma en su ser, ese detalle escondido que susurra desde adentro y que callamos a escondidas, como siempre para evitar llorar, para dejar de seguir pensando en ello aunque sea por un momento, o un tiempo no tan prolongado. Quizás en un menor grado podemos sentirnos liberados algunas veces, pero sabemos que siempre llevaremos una herida sangrante y profunda en el alma que nos derrumbará si nos dejamos caer. El pasado es una cruz en el corazón, una lágrima reprimida en el fondo de nuestra alma, siempre atenta a brotar cuando le muestras tu lado más sensible, tu talón de Aquiles.

ANDREA FURIUR

miércoles, 6 de abril de 2011

ELLA (5411-417)

Y podrás recordarla cuando ya no haya quien te abrace en noches donde las pesadillas te sometan. Y pensarás en ella cuando el silencio te reclame porqué la perdiste. Sentarás tú mente en una silla abandonada, donde el mal humor te consuma y ni siquiera los videojuegos te puedan distraer. Y la llamarás, la buscarás, la querrás ver y besar y ella ya no estará disponible. Mirarás las horas pasar en el reloj, oirás el tiempo y te volverás loco queriendo parar todo. Vivirás su vida, sabrás lo que ella pasó. Conocerás su agonía, la nostalgia que sentía, la tristeza que día a día su vida consumía. 

Cantarás esa canción que alguna vez se dedicaron, pensarás en la letra. Les hablarás a tus amigos que sólo se trata de un tiempo, que no es el final, y vivirás pendiente a una llamada, a un mensaje que no llegará. Despertarás y verás el día lluvioso, sombras en las paredes, olores a ella, sentirás en tu piel una sensación conocida, y te sentarás a la orilla de tu cama, mirando todo alrededor, sintiéndote un extraño, añorándola más que nunca, pidiéndole perdón aun sabiendo que no podrá oírte. Querrás callar su risa, sentirás que el silencio te atormenta, sucumbirás por amor y necesitarás de ella.

Caminarás en medio de la gente, mirarás sus rostros, observarás sus vidas, sabrás con sólo mirarlos como son; creerás que has perdido las ganas de querer conocer más gente, sentirás que te son indiferentes, que ya nada te puede hacer mirar la vida como antes de ella. Callarás cuando te pregunten sobre el amor, no querrás admitir que estás solo, aunque lo estés, y lamentarás estarlo, sabiendo que hay alguien que se pasó la vida por ti esperando; renegarás, odiarás tus días. Querrás callar al pasado cuando éste se la pase gritándote porqué lo hiciste, porqué la abandonaste.

Aceptarás que ella era tu parte más importante, tu complemento; querrás consolarla y decirle lo que sientes, mirarla a los ojos y cobijarte en su lecho. La querrás ver tocándote suavemente, como solo ella lo hacía y sentirás que te hace falta, que el tiempo se llevó lo mejor que tenías… ella, su aroma, su piel, su esencia. La amarás y ella tal vez te sienta, tal vez te siga esperando, tal vez aún te recuerde; sentirás viva la ilusión nuevamente de seguir a su lado, de amarla como al principio. Entenderás lo negativo de las cosas pero buscarás la solución antes que el vacío.

ANDREA FURIUR

miércoles, 16 de marzo de 2011

SACRIFICIOS DE AMOR (16311-1522)

El amor es tan complejo. No podemos decir que es perfecto y menos imperfecto. Sólo podemos sentirlo y luego dar nuestro veredicto al respecto. Algunos quedan con buenos conceptos y otros sólo se quejan y reniegan de haberlo conocido. Como sea; el amor nos llena de muchos sentimientos, nos envuelve en una burbuja de sensaciones; experimentamos cosas nunca antes posibles sin amor.

Cuando amamos y sentimos el amor por primera vez, empiezan los sacrificios de amor. Todas esas cosas que hacemos y que jamás pensamos hacer por otra persona. El amor nos conduce sin pensar en una aventura hacía la locura.

No mencionaré toda la clase de sacrificios que puedan existir al respecto porque todo eso depende de cada persona y de cada historia. Sólo sé y puedo decir que el amor nos lleva consigo y nos conduce a un abismo si esa persona no entiende las razones por las que sacrificamos nuestro amor.

Duele hacer lo que nunca hiciste por alguien y que esa persona no lo entienda. Vivir esperando que abra sus ojos y vea todo el amor que sientes y que no es necesario decirlo, o gritárselo, porque sólo estas sacrificándote en silencio y ya no es posible decir nada; así es un sacrificio, en silencio y en ausencia...

ANDREA FURIUR

miércoles, 9 de marzo de 2011

¡JÓDETE! (9311-1836)

Te jode que tenga buenos sentimientos. Te jode que sea distinta. Te gustaría verme un poco como tú. Pero nunca lo lograrás. Hoy entierro ese estigma que eres tú. Nunca más manipularás mis sentimientos. No te lo permitiré.

Me decepciona el haber abierto mis ojos. Verte tal cual eres. Sentir ese puñal en mi pecho. Sentir rabia y odio y no poder gritarte a la cara lo que pienso por la distancia. Nunca sabrás lo que es sentir amor. Nunca conocerás el amor; jamás.

Eres de esos seres a los que nunca les llegan buenas personas, sino tan sólo personas de tu misma calaña. Vivirás en la ignorancia toda tu vida, así te creas un ser superior. Todo es parte de tu careta. Ya no te creo más.

Será tarde el día en que tú también abras tus ojos y veas que ya no estoy más. Verás todo oscuro y no habrá quien te ayude a caminar. Llorarás como yo. Gritarás de dolor. Nadie te oirá. Todo se regresa en esta vida y tú no serás la excepción.

¡Jódete por tu egoísmo!
¡Jódete por tu indolencia!
¡Jódete por tu abandono!

¡Jódete por tu narcisismo!
¡Jódete por tu desamor!
¡Jódete por tus mentiras!

¡Jódete y para siempre!


ANDREA FURIUR

AÑORANZA (9311-1750)

Escucho a Sanz mientras abro miles de páginas en el navegador pero a ninguna le presto atención. Cliqueo por aquí, por allá, ya ni siento mis dedos. La tarde llegó apresurada; el tiempo así sea mi amigo no tiene treguas conmigo.

Cierta nostalgia me coge embelesada por algunos recuerdos que ya no debería recordar. Peco de ingenua y es el amor quien decide por mí; no debería ser así.

Mi corazón siente cosas extrañas, mucha duda, intranquilidad, tristeza. Si pudiera vivir sin corazón, sería genial. Mi vida por más llena que parezca, vacía está. En silencio y en completo desorden van armándose mis días. Sin emoción. Sin amor.

Poemas, versos, canciones; palabras que se las lleva el viento. Horas trágicas de melancolía y soledad. Añoranza. Este tiempo dilata tanto mi sufrimiento. Rehabilitándome en sueños. Mirando mis paredes y tiñendo las sombras. El rencor no me hará feliz. Feliz sería si estuvieras aquí, junto a mí.

ANDREA FURIUR

lunes, 7 de marzo de 2011

ACEPTAR EL ERROR (7311-1403)

Todo lo bueno tiene su lado malo, y todo lo malo en cierta parte es bueno. En esta vida necesitamos conocer ambos lados, saber que no todo es perfecto.

Inicialmente, nos enseñan a no hacer maldades, a ser buenos chicos; tonta regla que nunca se cumple. La gente está tan acostumbrada a equivocarse, a vivir del error, que eso de "el ser perfecto" es ya un mito.

Uno desde que nace tiene la necesidad de conocer el mundo en el que va a vivir, con todo lo que hay dentro de él. Maldad, bondad, todo es parte de nuestro mundo y no debemos de ignorarlo. Claro, sería bueno vivir en un mundo perfecto, no conocer el error, andar por la vida tranquilos sin miedo a nada, ni a nadie, pero como ya dije antes, lo perfecto es un mito, y todo lo bueno tiene su lado malo y nunca seremos perfectos; siempre que hagamos algo bueno, estará ese pensamiento contradictorio, esa pregunta pendiente que cabalga en nuestras mentes como un potro salvaje con las riendas sueltas, al que no podemos controlar; haciendo a la final una ligera prueba con la maldad; hecho involuntario para algunos y buscado por otros.

Sé y no sé si estoy equivocada, pero mientras más te equivocas, mejoras tu vida. Vivir en la ignorancia no es el camino correcto, sé que si todos viviéramos ignorando la vida tal cual es, no podríamos enfrentarnos al mundo que tenemos actualmente, debemos conocer el extenso camino de la vida para poder descifrar sus secretos, y no confiar a simple vista en lo que ésta te presenta, porque nunca a la primera se consiguen las respuestas, aunque sí al primer error.

Cuantas veces esta escritora cometió errores en su vida, quizás no voluntarios, pero algunas veces si buscados, aunque de todos ellos siempre encontré mis respuestas, y valió todo eso para armar mi barrera y estar preparada ante cualquier evento sorpresivo que esta vida me presente. Tal vez por eso estoy escribiendo esto, porque no quiero que la gente siga pensando que es perfecta cuando no lo es. Porque si haces cosas buenas por algunas personas, eso no quiere decir que te irás al cielo al morir, ni que eres un enviado de Dios. Nada de eso es cierto. Si eres bueno, bueno serás siempre y eso nadie lo va cambiar. De lo que estoy hablando es de los errores que nos desvían de la perfección completa, de las cosas que no podemos evitar por más acciones buenas que realicemos en nuestras vidas. Pero bueno, cada quien tiene su punto de vista y eso tampoco lo voy a cambiar yo.

También están las cosas malas, que en cierta parte son buenas. Y se trata sobre todo de aprender de nuestros errores, de corregirnos a base de ellos. La vida se ha hecho para aprender de todo lo que nos rodea, no podemos ir caminando en la vida con miedo a equivocarnos. Todo tiene su orden y su desorden, y cada quien hace de su vida lo que quiere.

Aquí el único detalle en no volvernos adictos al error, es ser sensatos, a corregirnos a tiempo, no esperar cometer miles de veces el mismo error para darnos cuenta en lo que estamos mal. Como ya dije, uno no consigue sus respuestas a la primera, pero sí al primer error, aunque claro, eso depende mucho del tipo de persona que experimente dichos casos, no todos somos iguales y eso tenemos que aceptarlo, nos guste o no.

"ACEPTA A LOS DEMAS TAL COMO SON Y ENCONTRARAS LA VERDAD;
NADIE ES PERFECTO..."



ANDREA FURIUR

domingo, 27 de febrero de 2011

LEJANIA (27211-1156)

No importa cuán lejos esté de ti ahora, o cuántas horas pasemos lejos el uno del otro, nunca estuve tan cerca del amor como cuando estaba contigo, y si alguna vez lloré por ti, no lo pude detener, a veces lo que sentimos es demasiado fuerte, incluso más fuerte que nuestro orgullo... Viví lejos de ti casi más de 1 año y te amé al poco tiempo de conocerte, si con alguien no tuve miedo fue contigo, si por alguien entregué todo fue por ti. La vida me ha enseñado que nunca es tarde para amar, creí amar antes y todo era ficción, mi realidad eras tú...

ANDREA FURIUR

viernes, 18 de febrero de 2011

ENREDADOS (18211-1904)

Sí, sé que estas ahí, te puedo ver así tú no lo sepas
Duele no poder decirte algo, tener que esconderme de ti
A veces creo que está por demás pensar en ti, sobre todo ahora...

Ya han pasado tantos días desde que nos dejamos de hablar
Ahora ya no puedo engañarme y decir que todo estará bien
Porque sé que me has olvidado y que es mejor dejar de pensarte...

Comienzo a rebuscar entre mis cosas, y todo huele a ti
Mi champú, la pasta dental, el perfume que ya no uso, mi jabón
La chaqueta que dejé en tu vida, tu colchón…

Sí, sé que puedes estar como yo, igual de enredado y quizás peor
No podemos estar juntos, ya está por demás insistirle al destino, no se puede
Es sólo que a veces quisiera tirarle un tiro a esa tipeja llamada distancia…

Camino desorientada por los sitios que alguna vez pisamos juntos
Todo se desordena en mi cabeza, no es tan fácil suprimir lo nuestro
No puedo explicarlo, ya no sirven mis escritos, es difícil hablarlo...

Voy a callar a mi corazón, lo mandaré de viaje, lejos donde no me halle
Sonreiré y cantaré más que cuando estuve a tu lado, intentaré ser feliz sin ti
Quizás no se pueda por completo, pero si tú lo haces, también yo…





ANDREA FURIUR

jueves, 17 de febrero de 2011

HISTORIA EN LA ESCUELA (151210-1749)

Me puse a pensar en mis años de escuela. Recuerdo que en la primaria, era una chica muy tímida, tenía miedo a todo, faltaba mucho a clases, siempre iba dejando un día y a veces iba dejando dos, todo porque detestaba levantarme temprano y ponerme el uniforme, también debe ser porque no era muy social.

Era de tener pocos amigos y los pocos que tenía eran sólo para prestarme cuaderno cuando faltaba o porque teníamos alguna cosa en común...

Siempre tenía la admiración de mi maestra. Yo era como el angelito de la clase. Siempre sacaba buenas notas en los cursos que sobresalía, como inglés, historia y lenguaje. Nunca podía sacarme mala nota en esos cursos porque siempre fueron mis favoritos, hasta ahora…

Recuerdo que me enamoré de mi compañero de carpeta. Se llamaba Eddie y me ayudaba en todo, era muy atento conmigo. Creo que por eso me empezó a gustar. Era un poco gordito y de cabello rizado; también era tímido, como yo. Eso no ayudó mucho en mi conquista, así que fue sólo un amor platónico, o mejor un amor de infancia, de esos que se borran cuando llega otro chico más guapo…

Siempre tenía que pelearme con el primer puesto del salón, un chico llamado Francis, castaño, guapo y el más asediado por las chicas. Confieso que me gustaba pero no tanto como para seguirlo como las demás...
Detestaba su arrogancia y eso era un punto en contra, así que prefería quedarme con mi gordito Eddie, callado, tierno y respetuoso, así no haya sido tan asediado como Francis, me gustaba su forma de ser y también sus rizos…

En la primaria, yo era el segundo puesto en las notas, creo que si no hubiese faltado tanto a clases y no hubiese odiado tanto las matemáticas, no tendría ese lugar en el ranking, pero bueno, prefería quedarme haciendo “maldades” (travesuras) en casa, que ir a pelearme por un puesto que era irrelevante a mis ambiciones en ese tiempo…

En sexto año, entró una chica llamada Fátima a nuestro salón. Venia de otro colegio, y por sus actitudes cualquiera pensaría que fue expulsada o algo por el estilo. Era la típica rebelde de un salón, nunca iba bien uniformada, ni tenía sus cuadernos al día, siempre me pedía prestado cuadernos a mí, quien por cierto, era en ese aspecto igual a ella, pero tampoco tanto...
Era muy alta para estar en sexto, incluso rumoreábamos que era mayor y se había jalado de año, aunque claro, ella siempre lo negaba. Por su gran tamaño, todos la respetábamos, pero como es de suponer, siempre existían los comentarios a sus espaldas, a los que ella muy valiente refutaba y con sólo mirar a sus pequeños agresores, éstos de inmediato quedaban en silencio y se marchaban asustados…Yo, desde mi carpeta, observaba mucho sus aptitudes, empezaba a admirarla y ansiaba ser su amiga...

Aunque nos hablábamos, yo no sabía si ella me consideraba su amiga, así que sin buscarlo tanto un día hicimos un grupo en clases para realizar un trabajo y como jefa, la integré. Nos invitó a su casa, hicimos todo un tour por el segundo piso, donde ella dormía, nos enseñó su cuarto, en el cual por cierto había pasado un tornado antes de que llegáramos. Tenía su mascota suelta, que era un perro con instintos asesinos, el cual de lejitos acariciaba y sólo con la mirada porque ni loca me le acercaba… Pasaron las horas y se hizo de noche, entonces tuvimos que partir.

Yo nunca había conocido a alguien que tuviese esa vida tan desordenada y aún así me gustaba, quería seguir siendo su amiga. Se notaba que esa chica no era como mis demás compañeras, tenía un estilo particular y eso era lo que más me gustaba, la sentía como una referencia para dejar de ser tan miedosa, tan tímida y tan débil, y aunque no era un buen ejemplo, yo solo quería ser igual de valiente y atrevida que ella, en cualquier circunstancia que la vida me presentara.

Y así de a poquitos fuimos siendo más amigas. Yo le pasaba las respuestas en los exámenes, tirándoles papelitos a su carpeta, que estaba en la parte de atrás, no me importaba si nos “ampayaban” en el acto, todo era parte del riesgo, de atreverme a hacer algo malo por primera vez.

Llegó el fin de año y el fin de la primaria con él. Tuvimos que hacernos los trajes y vestidos para la fiesta de promoción. Confieso que nunca imaginé ponerme un vestido y lucirlo delante de tanta gente extraña, y sobre todo delante de mis compañeros. Era tremenda prueba de fuego asistir a ese baile y ponerme un vestido tan elegante, pues los nervios estaban a flor de piel esa noche para mí…
Pero bueno, no podía dejar de vivir mi último día de clases por miedo a una fiesta social, tenía que ser yo misma y nada más. Así que, llegué, nadie lo podía creer, verme vestida así, con un peinado y maquillaje, que para esa época, era moderno, y con mi vestido, que para ser honesta, me encantaba…

La fiesta se puse fea cuando me pusieron de pareja a un gordito que no era mi Eddie, sino otro gordo feo con cara de cuy. Molesta por tener que tomarme fotos con él, y que mis recuerdos salgan malogrados por ese horrible niño gordo con cara de cuy, estaba a punto de olvidarme el discurso que me tocaba decir frente a toda la audiencia… Comencé a mirar a todos y empezaron a sudarme las manos, como suele pasarme cada vez que estoy nerviosa. Cuando me llamó el presentador, olvidé mis nervios (hice el intento) y salí adelante, con valor, con ese atrevimiento que fui copiando de mi amiga “la rebelde”. Terminé de dar mi discurso y sentí un alivio, por fin todo se terminó y no fue nada difícil estar aquí. Creo que si me hubiese quedado en casa, hoy estaría arrepintiéndome de eso… Llegó la hora del baile y se apareció Fátima en blue jeans, y yo dentro de mi decía: “Maldición, porque ella si pudo venir con blue jeans y a nosotros nos trajeron como idiotas con estos trajes tan aburridos e incómodos”. En fin, ya era muy tarde y tuvimos que partir cada uno a casa, con nuestros padres, porque esa fue la última fiesta a la que todos asistiríamos con nuestros padres…

Desde aquella noche, no he vuelto a ver a mucho de ellos, menos a Fátima. Todas mis amigas se fueron a estudiar la secundaria a una escuela sólo para mujeres y ahí se separaron nuestros caminos. Muchas de ellas se encontraron y siguieron su amistad. Yo si fui llevada a otra escuela por decisión de mi madre, a quien jamás pude persuadir. La escuela a la que fui llevada era mixta. No vi mucho la diferencia porque en la primaria también lo fue. La única diferencia fue que era una escuela más mucho más grande y con más alumnos que en mi escuela anterior...

Recuerdo que para mi primer día de clases, seguía siendo un poco tímida y al buscar asiento no sabía con quien sentarme, ya no había un gordito atento que me ofreciera su asiento de al lado, esta vez habían demasiadas caras extrañas. Cuando de pronto una chica muy delgada y más alta que yo me ofrece su asiento, era amigable, se llamaba Claudia, desde ahí empezamos a ser amigas. Era mi primer día de clases, y creo que para todos, pero ella ya se conocía a medio salón y a los que no conocía estaba segura que los conocería en menos tiempo que yo... Era del tipo de chica que no le costaba conseguir amigos, siempre sonreía con todos y siempre hacía o se reía de chistes que yo ni entendía... Claudia era muy sociable y alegre, siempre estaba haciendo bromas con las demás chicas. Yo siempre callada, entrando de a pocos en el meollo de sus asuntos, tratando de entenderlas a pesar de que me parecían un poco escandalosas. Con el tiempo fui cediendo mi amistad y mi carácter fue cambiando. Fui dejando de a pocos mi timidez. En este salón no tuve un Eddie que me gustase, pero sí para mis amigas. Éstas eran muy coquetas y vivían detrás de los chicos de otros salones, sobre todo por los que eran brigadieres. Yo no le veía ninguna diferencia si eran brigadieres o no, para mi todos eran iguales, pero ellas se fijaban más en los que tenían cordones. No niego que habían chicos guapos en otros salones, pero nunca sentí el deseo de seguirlos o buscar información sobre ellos, quería que uno llegase buscando información sobre mí.

Ya para terminar la secundaria, tuvimos que elegir entre viaje o fiesta de promoción. Y la mayoría decidió que sería mejor un viaje de 5 días, que una fiesta que sólo duraría 1 noche. Así que nos fuimos después de tanto debate a Trujillo, una ciudad al norte del Perú.

Hicimos varias escalas antes de llegar a Trujillo, fuimos a Chiclayo y Lambayeque primero... Recuerdo que el viaje fue demasiado agotador, casi más de un día sentado, ya no sabía ni cómo sentarme...
Recuerdo que mi compañero de asiento era mi amigo Obed, uno de mis mejores amigos en la secundaria y con el que teníamos el mismo gusto por la música... Lo que malogró nuestra amistad fue que se enamoró de mí, y jamás pude corresponderle, por más que lo intenté, nunca pude enamorarme de él, como él si lo hizo de mí...

Después de tanto viaje llegamos al Museo Arqueológico Bruning en Lambayeque, era muy grande, vimos las ruinas del Señor de Sipán, La Sala de Oro y muchas otras cosas más que en éste momento ya no recuerdo.

Terminando el viaje en Lambayeque fuimos a Trujillo de noche; el viaje era peligroso. Recuerdo que yo tenía mucho miedo; para esto, en Lambayeque, antes de salir hacia Trujillo, fuimos a un restaurante a cenar, y como el carro nos dejaba y ni siquiera habíamos empezado a dar el primer gustazo a nuestra comida, teníamos que envolverlo todo para llevar. Yo para no comer con las manos, les dije a dos compañeras que nos lleváramos los tenedores para poder comer en el bus, éstas me hicieron caso, pero luego no dejaban de vacilarme por dicho arranque.

Entonces, en el viaje a Trujillo de noche, como teníamos miedo de que entraran a robarnos las maletas y todo nuestro dinero; sacamos nuestros tenedores, como mujeres aguerridas, dispuestas a enfrentar a cualquier criminal que ose despojarnos de nuestras pertenencias… Felizmente, no pasó nada. Llegamos a Trujillo tranquilos. Nos hospedamos en un hotel cerca al centro y ocupé el mismo cuarto con mis entrañables amigas Carmen, Liliana y Erika; en el cuarto del al lado estaban, Verónica, Ámbar y algunos más (otras amigas)... Los hombres estaban en el quinto piso. Nosotras ocupábamos el tercero. Nuestra tutora estaba habitaciones más adelante de nosotras, las chicas.

Tuvimos un pequeño tour por la Plaza de Armas, visitamos una inmensa galería de zapatos, yo sólo veía las guitarras que estaban en las tiendas de los artesanos. No podía dejar mi amor por la música ni siquiera en ese momento...

Recuerdo que fuimos a las ruinas de Chan-chan, son esas típicas ruinas que abundan en mi país y que la gente que viene de fuera quiere conocer... Yo estaba demasiado aburrida por el increíble sol que hay en el norte, yo que no soporto el calor, ese día me tuve que aguantar tooodo el recorrido callada y fingiendo interés por esas ruinas que me empolvaron toda... 

Al día siguiente fuimos a "Huanchacho", una playa como "El Chaco" de Pisco (Paracas), aunque un poco más grande y ordenado... Fuimos a almorzar, nos tomamos muchas fotos, algunos compraron recuerdos para sus familiares y amigos, los demás se fueron a bañar y otros como yo, sólo rondabamos la playa y ya no recuerdo que más...

La pasamos genial ese día…

Ya de regreso al Hotel conocí a un chico que trabajaba ahí, aunque en realidad, lo conocí ya desde que llegamos al hotel. Éste me mandaba notas con mis amigas, y se ponía a silbar en la vereda del frente que daba hacia la ventana de mi cuarto. Él trabajaba en el hotel, así que no era difícil caer en su jueguito. Era alto, castaño y simpaticón, de unos 24 o 25 años, se parecía al enamorado de una de mis amigas (Ámbar). Recuerdo que la última noche en Trujillo me hizo la ya por demás petición para ser enamorados, porque yo ya me iba, y creo que nunca volvería a esa ciudad y menos a verlo. Así que, me dio un beso, y me regaló una carta y una foto suya con su nombre al reverso. Yo volví a Pisco, olvidándome de todo lo vivido pero entre mis cosas tenía esa foto, que hasta hace ya unos años boté a la basura.

En fin, las cosas que hacíamos y veíamos siempre las recordaré, sobre todo porque Trujillo me encantó, y las cosas que te gustan de verdad nunca se borran de tu memoria por más desmemoriada que seas (como yo). Además, lo que más recuerdo y sé que mis compañeros recordaran es que en ése viaje, todos nos unimos más como amigos. Los grupos que habían en el salón de clases se mezclaron y fuimos todos uno solo. Sé que así pasen muchos años, nuestro viaje de promoción siempre será lo que más recordemos del último año escolar. Sobre todo la “Pijamada” que hicimos la última noche, donde invadimos el cuarto de los chicos e hicimos una fiesta. Claro que después fuimos pillados por nuestra tutora, la cual nos dio el sermón de nuestras vidas…

Así que en resumen, eso es lo poco que recuerdo de mi viaje de promoción. Lo que vino después ya es un poco triste. Casi todos mis amigos ahora son padres, y otros ya no viven aquí, en la ciudad que nos hizo ser amigos. Aún me mantengo en contacto con alguno de ellos por Messenger o por teléfono, pero no es lo mismo…

Y así me despido, de esta breve historia que terminó extendiéndose de manera inesperada, pero que me agradó volver a recordar.


ANDREA FURIUR

viernes, 11 de febrero de 2011

EL TIEMPO SE DETUVO PARA MI (11211-1604)

Desde donde estoy sentada puedo ver a la gente caminar, a los autos pasar, a las hojas de los árboles bailar. Siento como mi corazón se agita. Cómo desearía estar afuera, donde el movimiento parece entretenido...




Estoy triste, quisiera reír sin parar, quisiera que alguien viniera por mí y me proponga un viaje y me saque de aquí. Ya falta poco, sí, sé que falta poco, pero aunque falte poco, no sé si eso cambiará algo, o si el tiempo se detuvo para mí...


ANDREA FURIUR