ORGULLOSA E HISTÉRICA (15212-1620)

Mi orgullo siempre está presente cuando no debería. Mi histeria también, siempre dispuesta a apoyarme, ella nunca me dice que estoy equivocada, me hace barra para que siga defendiendo mis ideas. Y ni hablar de mi típica cara de poto cuando no quiero dar mi brazo a torcer. Todas esas cosas sé que debería cambiar, pero creo que nunca podré porque son parte de mi, tal vez alguna día llegue a controlarlo, o a medirme, pero cambiarlo no creo, pues si lo hago no sería yo, no me reconocerían mis amigos ni mis familiares o la gente que se topa conmigo por ahí y que es testigo de mi carácter explosivo. 

Quien me viera por la calle no pensaría que suelo tener este tipo de reacciones explosivas, es más aparentemente soy muy dulce, y en si también lo soy, pero cuando me llega la hora de renegar por algo me vuelvo un gigante y quiero aplastar a quien este discutiendo conmigo, no me interesa nada y solo defiendo mis ideas a capa y espada y soy muy terca. Luego de estas discusiones me entra un sentido de culpa que detesto porque no quiero sentir eso, pero creo que es porque en el fondo soy muy compasiva, y siempre me siento culpable si lastimo a alguien, eso si no me gusta pero termino haciéndolo. 

Lo bueno de mi es que sé reconocer mis errores a pesar de mi tonto orgullo, soy muy madura para darme cuenta cuando estoy equivocada. Pero también se mantenerme firme con mis ideas cuando sé que la otra parte es la errada. Creo que si uno comete un error y en un momento de cólera no lo logra entender y dice cosas hirientes, tiene la responsabilidad de disculparse, de arreglar el problema. Sé que no todas las personas somos iguales ni sentimos igual, pero justamente es eso lo que nos une con los demás, porque si todos fuéramos iguales no tendríamos la curiosidad de conocer a las personas. 

Hoy he aprendido la lección una vez más y esta vez pensaré un poco antes de reaccionar explosivamente, trataré de controlar mi carácter y seré más tolerante con los demás, dejaré de exigir y ordenar, sobre todo porque no quiero lastimar ni perder a las personas que quiero, y porque un carácter así no me llevará a nada bueno. Sé que para defender mis ideas no necesito levantar la voz ni poner cara de poto, debo usar mi inteligencia para hacer llegar mi ideas de otra manera, solo así haré que valga la pena tanta lucha. Ser obstinada es una cualidad poco recomendable, y si no quieres ser así es mejor controlarte un poco.

ANDREA FURIUR