Hay momentos en la vida donde la
soledad es todo lo que vemos alrededor, sin ningún amigo a quien llamar para
desahogar las penas, sin un amor al que abrazar en las noches de tristeza y melancolía.
Esos momentos vacíos, carentes de cariño, enredados de recuerdos y frases que
ya no sirve de nada decirlas. Todo eso, se vuelve parte de nuestros días, se va
transformando en una rutina, en algo que nos apaga la chispa, que nos deja en
silencio y nos aprieta en el pecho la tremenda rabia de gritar lo siento. Aquella
mágica palabra que puede acabar con todo. Que puede hacer que vuelva a sonar tu
teléfono, que puede abrigarte en las noches de melancolía. Aquella palabra que
se atraganta en nosotros y no quiere salir.
Maldito orgullo, si tan solo
fueses tan fácil de doblegar. Pero no, eres testarudo, eres firme en tu decisión
de no ceder y me dejas aquí con el corazón roto. Con estas ganas inmensas de
sentir su cariño. Me atrapas y me conduces a noches oscuras, llenas de tristeza
y melancolía. Me apagas la poca luz que logro ver por la ventana. Cierras mis
ojos ante el “alba generoso” que llega por las mañanas. Si tan solo sintieras
lo que duele quedarte en silencio. Apagar la radio para no escuchar el recuerdo
de su amor. Si tan solo pudieras padecer este adormecimiento que siento al no
poder ser quien quiero ser, al no poder decir lo que siento por él.
Maldito orgullo, apiádate de esta
alma solitaria que solo quiere dejarse amar. Deja de atraparme en tus redes
cuando quiero partir a mi ansiada libertad. Deja de seguirme a cada paso que
doy. Entiérrate, desaparece. Aléjate y no me hieras más con tus inseguridades. Deja
que el tiempo se encargue de conducirme al lugar correcto, no quieras ser tu
quien guíes siempre mis pasos. Entiende que lo amo, que lo necesito para poder
dormir, que el insomnio me está envejeciendo, me está agotando, me está dejando
sin vida. Ya es mucho tiempo a tu lado y no he sido feliz. Mírame, ¿acaso me
ves feliz? Solo he sido una excelente actriz, he fingido estar bien para no
disgustarte, pero sabes en el fondo, que mi felicidad no está contigo.
ANDREA FURIUR